Según la Norma Oficial Mexicana 006-SSA3-2011, para la práctica de anestesiología, se conoce por sedación al estado de conciencia, provocado por la administración de fármacos, que permite a los pacientes tolerar procedimientos que pudieran generar molestia, conservando la capacidad de responder a las órdenes verbales y a los estímulos táctiles.
Para la Real Academia de la Lengua Española, sedar es apaciguar, calmar, sosegar; término asimilable a la ansiolisis, que se aplica al procedimiento que busca calmar al paciente sin anular su consciencia.

La anestesiología en cambio, es una rama de la medicina con la que, a través de la aplicación de técnicas específicas y la administración de sustancias farmacológicas, se provoca: anestesia, analgesia, inmovilidad, amnesia e inconsciencia del paciente, durante el tiempo que se requiera para que se lleven a cabo procedimientos médico-quirúrgicos con fines diagnósticos, terapéuticos, rehabilitatorios, paliativos o de investigación.
La pérdida de la consciencia es el límite de la definición del actuar anestesiológico. Así, se puede hablar de una secuencia de niveles de sedación:
Ansiolisis – Sedación moderada – Sedación profunda – Anestesia General
La elección de la técnica anestésica o de sedación, es responsabilidad del profesional de la salud que los realiza y requiere necesariamente de una valoración previa del paciente.
De acuerdo con la NOM 006-SSA3-2011, la sedación es considerada una técnica anestésica. Esto nos lleva a pensar que sólo puede ser realizada por un especialista certificado en anestesiología, sin embargo, médicos generales y especialistas, enfermeras y odontólogos, hacen uso de ansiolíticos, sedantes y otros medicamentos (incluyendo el uso de óxido nitroso), en su práctica profesional, para calmar a sus pacientes, sin anular su estado de conciencia.
Esta circunstancia, abre la oportunidad al debate. Muchos anestesiólogos afirman que los procedimientos de sedación consciente o inconsciente, medicamentosa o con óxido nitroso, son monopolio exclusivo de su profesión, pero existe literatura de otras disciplinas médicas, que documenta el uso y aplicación de estas técnicas por otros profesionales de la salud. Incluso procedimientos quirúrgicos ambulatorios, son realizados cotidianamente por médicos u odontólogos, con analgésicos o anestésicos locales.
En todo caso, cualquier profesional de la salud, que realice una técnica de sedación, analgésica o anestésica, requiere conocimientos de farmacología, farmacocinética y farmacodinamia. Además, deberá realizar una historia clínica, un examen físico completo y los exámenes paraclínicos; evaluar de la vía aérea; recabar consentimiento informado y considerar un tiempo de ayuno adecuado:
Normativamente, debe cumplir también, con las normas oficiales mexicanas 004 del expediente clínico, 005 para la atención de pacientes ambulatorios, 016 de infraestructura mínima en hospitales y consultorios de atención médica especializada.
Hasta aquí el comentario sobre la sedación, próximamente te contaremos de los gases medicinales y del óxido nitroso en odontología… síguenos en nuestras redes sociales.
Excelente información, muy puntual , saludos