El uso terapéutico de un medicamento o vacuna se basa en criterios de eficacia, calidad y seguridad considerados desde la perspectiva de la relación beneficio/riesgo. Estos se consideran seguros cuando sus riesgos se consideran aceptables con relación al beneficio profiláctico y terapéutico que aportan, es decir, cuando las reacciones adversas resultan tolerables.
La Farmacovigilancia es responsabilidad compartida entre todos los integrantes del Sistema Nacional de Salud,
- Instituciones o establecimientos que realicen investigación en seres humanos
- Titulares del registro sanitario o sus representantes legales,
- Distribuidores y comercializadores
- Profesionales de la salud
Cuya importancia es fomentar y promover la calidad de la notificación con los profesionales de la salud y la población en la entidad federativa de que se trate. De igual manera incentivar y promover la calidad de la notificación con los profesionales de la salud en las instituciones de su competencia.

Las notificaciones las podrá hacer llegar a la Dirección Ejecutiva de Farmacopea y Farmacovigilancia a través del Sistema de Notificación en Línea de Incidentes Adversos de Dispositivos Médicos
De los Pacientes o Consumidores
Cabe recalcar que no solo es responsabilidad del personal sanitario el notificar, sino también hay que educar informando a los pacientes y a la población en general de cómo pueden notificar directamente ellos sobre efectos adversos que presenten durante y después de la administración relacionados con los medicamento y/o vacunas, incluyendo el mal uso, abuso, sobredosis, falta de efectividad o errores de la medicación que se presente (prescritos o no por un médico) y vacunas.
